¿Qué pasos has de seguir si pierdes tu trabajo mientras trabajas en el extranjero? Te detallamos los trámites necesarios, así como consejos para afrontar tu nueva situación.
Indemnización del expatriado
En caso de despido, el cálculo de la indemnización será la acorde a los estatutos laborales del país donde trabaja el extranjero. Este supuesto se refiere a quienes han viajado a otro país, por cuenta propia, y han encontrado empleo en dicho lugar.
La situación es distinta si, como expatriado, trabajabas en el extranjero desplazado por una empresa de España. Surge entonces la duda: ¿la indemnización se calcula en base al sueldo que cobrases en España, o el percibido en el extranjero? La clave está en que el despido se produce antes de regresar a España. Dicho de otro modo: a efectos de fijar la indemnización, el salario a tener en cuenta es el percibido en el mes anterior al despido.
Como trabajador expatriado debes tener en cuenta, a la hora de tramitar el despido, que en la cuantificación de la indemnización se deben incluir todos los suplementos, compensaciones y extras propios de una expatriación. Por el contrario, si el despido se notifica con posterioridad al regreso, y una vez reiniciada la relación laboral en España, sólo se tomará para la indemnización el importe que se fije en el lugar de trabajo tras el regreso.
Subsidio de desempleo
Si tras perder tu trabajo vas a permanecer en tu lugar de acogida, debes tener en cuenta que cada país tiene su propia normativa para los subsidios de desempleo. En Italia varía en función del contrato, en Alemania se exige haber cotizado al menos durante un año y Reino Unido hace evaluaciones del nivel de inglés del trabajador extranjero.
Si regresas a España tras ser despedido en el extranjero, tienes derecho a cobrar el paro. Pero existen unos condicionantes:
- Si te has quedado en el paro en el país de acogida, y vas a volver a España, puedes exportar la prestación de desempleo del país de origen, durante un máximo de 3 meses. Para hacerlo debes estar inscrito en el paro de dicho país, durante al menos 4 semanas. Al regresar a España tienes 7 días para inscribirte en el paro, y así solicitar la prestación por desempleo.
- La otra opción es cobrar el paro acumulado entre el país extranjero y España. Para hacerlo debes haber cotizado al menos durante un año entre ambos países, además de cotizar al menos un día tras volver a España.
- Si vuelves de un país sin convenio sobre la prestación de desempleo, España ofrece una serie de ayudas como el subsidio para emigrantes retornados o la Renta Activa de Inserción para emigrantes retornados. Puedes consultarlas en este enlace.
En todos los casos es conveniente remitirse al consulado pertinente, para que te informen de primera mano sobre tus derechos laborales, así como de los posibles convenios sobre cotizaciones.
Tarjeta sanitaria
Durante tu estancia en otro país has dependido de su sistema sanitario (público o a través de un seguro privado), pero al regresar a España has de recuperar la tarjeta sanitaria. Una vez vuelvas a España debes acudir a la Seguridad Social, donde notificarás que has regresado y acreditarás tu situación laboral. También tienes la opción de inscribirte junto a un familiar que ya disponga de tarjeta sanitaria, siempre que sus ingresos anuales no superen los 100.000 euros anuales.
Afrontar el despido
- No todo es burocracia: un expatriado se prepara para irse pero no para volver. Un despido o la pérdida del empleo siempre proyectan la sombra del fracaso, más aún si se produce tras emprender la aventura de la expatriación.
- Aceptación: es preciso asumir el cambio en la situación, y aceptarla sin más. Del mismo modo que se afronta un despido ‘local’, el hecho de que se produzca en el extranjero no es excusa para estar hundido. Es necesario seguir adelante y empezar de nuevo.
- Buscar el apoyo de familia y amigos: buscar un nuevo trabajo, encontrar piso, trámites burocráticos o simplemente desahogarte. Tus amigos y familiares estarán a tu lado, por lo que has de contar con ellos para retomar tu vida.
- Retomar hábitos: ¿qué tipo de actividades realizabas antes de marcharte? ¿Con quién te divertías, o a qué lugares acudías? Todo eso permanece igual y a tu alcance. Retomar estas costumbres servirán para reforzarte y ver todo con más positividad.
- Encuentra gente en tu situación: debes recordar que no estás solo, y que otras muchas personas ya han pasado por el proceso del despido en la expatriación. Busca gente con experiencias similares, y comparte con ellos tu historia. Comprobarás que se puede avanzar y superar el bache.
- Planea tu futuro: tu situación no es un punto final, sino el cierre de una etapa. Ante ti tienes una nueva fase de tu vida, repleta de oportunidades. Sé optimista y lleva a cabo planes de futuro que te ilusionen.
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